5° DÍA DE NOVENA
DÍA 20 DE DICIEMBRE
HOGAR DONDE SE VIVE LA FE
LECTURA BIBLICA:
Lectura
del santo evangelio según san Lucas
(Lc 2,41-42).
Sus padres iban
cada año a Jerusalén, a la fiesta de pascua.
Cuando el niño
cumplió doce años, subieron a celebrar la fiesta, según la costumbre.
Palabra del Señor.
MEDITACIÓN. HOGAR DONDE SE VIVE LA FE.
El hogar de
Nazaret es una familia de fe: vive su fe en Dios y lo celebran juntos. El hogar
es el “lugar donde se enseña a percibir
las razones y la hermosura de la fe, a rezar y a servir al prójimo” (AL 287).
De la mano de María y José, Jesús aprende a rezar, a relacionarse con Dios Padre
y a integrarse en la historia de salvación que Dios ha hecho con su pueblo.
Este camino
inicia con el Bautismo, donde recibimos la gracia de ser liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios,
llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos
partícipes de su misión; por lo que no hay excusas para
retardar esta gracia abundante. Decía San Agustín: “las madres que llevan a sus hijos «cooperan con el parto santo»”.
Siguiendo así,
todo un proceso de aprendizaje y crecimiento: “Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y
ante los hombres” (Lc 2,52). Es hermoso ver a una madre y también al padre
que enseña a sus hijos a darle un beso a la Virgen y a Jesús; a rezar, pues
rezan juntos cada día; cuando va toda la familia a Misa y se acercan a
confesarse o comulgar llevando a su hijo/a en brazos y aunque sean sus niños
muy inquietos, cuando comparten con sus niños la alegría de la catequesis y
recibir su primera comunión.
“La transmisión de la fe supone que los padres vivan la
experiencia real de confiar en Dios, de buscarlo, de necesitarlo, porque sólo
de ese modo «una generación pondera tus obras a la otra, y le cuenta tus
hazañas» (Sal 144,4) y «el padre enseña a sus hijos tu fidelidad» (Is 38,19)”. Sabiendo “que la
experiencia espiritual no se impone, sino que se propone a su libertad. Es
fundamental que los hijos vean de una manera concreta que para sus padres la
oración (la Palabra de Dios, los sacramentos, vivir los valores del
evangelio) es realmente importante”
(AL 288).
Que la imagen de
María, José y el niño Jesús caminando a celebrar la gran fiesta de la fe en Jerusalén,
les anime hoy como familia a seguir caminando juntos, sin que falte nadie, al
encuentro de Dios: creer, celebrar y vivir su gran amor por todos nosotros.
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